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Danibel es una selenita ciclotímica y trastornada que vive, obviamente, en la luna. Allá no hay muchas cosas que hacer, y como desde chiquita le costó sociabilizar, pasa los días leyendo libros de muchas páginas, escuchando bandas de satélites desconocidos, y haciendo zapping en la rocotele de dos canales. Pero aún así tiene dos bandas de selenitas que la soportan: Las vacías (humanoides casi inteligentes que deliran de lo lindo), y Las Joraqueñas (dícese de las locas lindas que gritan, saltan y bailan con el lema: no-entiendo-un-joraca) con las que comparte una buena parte de su tiempo, ya sea dentro de las lunaescuelas o fuera de ellas. Danibel pasa mucho tiempo hablando, y mucho tiempo callada, porque tiene conversaciones acumulables, pero todo el tiempo se lo pasa absorbiendo como una esponja sideral. Teorías tratan de confirmar que es por eso que sabe tantas cosas y que su buena memoria se debe a que no recuerda nada de su infancia. Pero tiene tanta imaginación que ya tiene proyectos para esta vida y la que sigue. Siempre con la mira en el arte, su sueño es llegar a ser escritora, o por lo menos terminar de escribir alguno de los cinco o seis libros que empezó, aunque también siente cierto interés por el diseño gráfico y de indumentaria, o el periodismo, pero sólo de diarios y revistas ya que insiste en que el periodismo de las rocoteles es totalmente hipócrita y amarillista. Ah, cuando alguno de sus libros sea best-seller por alguna epidemia que obligue a todos a comprarlo, piensa fundar una imprenta y tener revistas “para-normales”. En definitiva, Danibel no es una chica común, pero como la mayoría de la sociedad ignora su existencia, nadie se da cuenta de la diferencia.

Sé que tenía ojos verdes, pero no puedo sentirme frente a su mirada.

Sé que tenía ojos verdes, pero no puedo sentirme frente a su mirada.

Por si hay dudas...

#Regla N°1: Juro decir la verdad, nada más que la verdad, y solamente la verdad. Amén.
#Regla N°2: Juro NO decir la verdad, nada más que la verdad, y solamente la verdad. Amén.
#Regla N°3: Si usted tiene dudas sobre lo que se escribe en este blog, vuelva a leer la regla N°1 y N°2.


Si nunca dije la verdad, fue porque la verdad siempre fue una mentira .-

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lunes, marzo 29

Uff, hace banda que no subía nada, jeje!
Es que el puto MODEM del puto claro no se que mierda le paso y no anda. Puto.
Ah, ree que bardeaba todo!

Ni ganas de contar nada, me embolo en la escuela como siempre, hay unas cuantas profesoras que, respetuosamente, deberían ir a contar granitos de arena al Sahara, y otras que no son densas pero tampoco son un relajo. En fin, por lo menos me rasco, no como los de comercio que los tienen de prueba en prueba.

Renuncie a mi idea del esclavo por darme cuenta de que no es para mi.
En otras palabras, es un tremendo pelotudo que no merece ni un cacho de mi tiempo por ser, como dije antes, un tremendo pelotudo. Que se quede con la novia esa, y siga siendo felizmente cornudo por que no se da cuenta que la novia se agarra a todo el que conoce en Neneuquenen, porque, obveeaamente, es un: tremendo pelotudo! Todo gira entorno a dos palabras ahora: tremendo y pelotudo.
Ahora tengo otra obsesión desobsesionada que todavía no esta clara. O sea, le tengo que buscar un nombre al nuevo fanatismo, a ver… pongámosle provisoriamente Fiero. Me gusta fiero, le dejamos ese. La cosa es que no estoi loca, bueno, un poco si, pero no por fiero. Podríamos decir que es un pobre tarado. El esclavo es un tremendo pelotudo, bueno, fiero es un pobre tarado. Vamos a ver si cambiamos eso. La historia no tiene futuro, pero por lo menos tengo algo con que alegrarme la vista. Hoy no me alegre nada porque se cortajeo, le qedaba mejor antes, pero bueno, no le qeda recontra.archi.mega.super.hiper mal, pero…

Bueh, me parece qe estuvo bien por ahora subir asi, despues subo otra cosa, beso :)

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